Estrenan cortometraje inspirado en incendio de bodegas durante estallido social
“Falta Manuel”, Dirigida por Ro Olivares y escrita por Paola Gárate, se inspira en la muerte de Manuel Muga, uno de las cinco personas que fueron encontradas calcinadas en las bodegas de Kayser, en la comuna de Renca, durante la revuelta de 2019.
A tres años del estallido social, este 21 de noviembre de 2023 se estrenará el cortometraje de ficción “Falta Manuel”, inspirado en la muerte de Manuel Muga, una de las cinco personas que fallecieron durante el incendio en las bodegas de Kayser en la Región Metropolitana, durante el estallido social.
Se trata de uno de los casos que generó mayor impacto en la comunidad, debido a que Manuel Muga salió de su domicilio ese 20 de octubre de 2019 con la finalidad de comprar una torta para una celebración familiar, pero nunca más volvió a casa.
Los cuerpos calcinados, algunos con impactos balísticos, y las distintas versiones policiales que se daban en el momento, dieron cuenta de la peor y más oscura etapa del estallido social, en el marco de una guerra declarada por el Presidente de la República de este momento, Sebastián Piñera.
Para los familiares y cercanos, se trata de un hecho inexplicable en donde fueron violados los derechos humanos de quienes fueron encontrados sin vida en esas bodegas.
“Para nosotros fue un deber usar la cámara como una herramienta de protesta social ante las injusticias y ante la impunidad”, manifestó Ro Olivares, director del Cortometraje, estudiante de la Escuela de Cine de Chile.
En esa línea, el Director comenta que una vez una vez conocido el caso empatizaron inmediatamente con el dolor de esas familias, “que jamás pensaron que ese hasta luego sería una despedida para siempre”.
Además del 18 ° Festival Internacional de Rengo, el cortometraje “Falta Manuel” también ha sido seleccionado en el Festival “Nuestra Piel”, Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos de Bolivia.
Tres años después, la familia de Manuel Muga sigue pidiendo justicia.
Entrevista al Director
¿Cómo surgió la idea de crear “Falta Manuel” y cuál fue el proceso de producción del cortometraje?
Este cortometraje fue escrito cuando aún el estallido social de 2019 ocupaba las portadas de nuestro país y los noticiarios nacionales no dejaban de hablar de las violaciones a los Derechos Humanos.
En la Escuela de Cine de Chile estábamos terminando el segundo año de carrera (2020), viendo parte de los procesos creativos, con especial atención a la contingencia. En ese marco, Paola Gárate -que es la guionista principal- presentó la idea de este cortometraje en base a una entrevista que le realizaron a la hija de Manuel en su funeral, donde ella relataba toda la agonía por la que pasó la familia, la nula justicia y claridad que habían sobre los hechos en el caso.
Dicho relato la estremeció. Pues, lo que le ocurrió a Manuel Muga podía sucederle a su mamá, a su abuelo, a su hermano, a su amigo, a cualquiera. Día a día, durante y después del estallido social este tipo de historias desgarradoras nos impactaban constantemente, y frente a ellas no nos podíamos quedar indiferentes. Es entonces, cuando se decidió aportar a través del medio en el que podíamos “hacer”: el cine.
¿Qué influencias cinematográficas o artísticas inspiraron la estética visual de la película?
Dentro de todas las referencias estéticas que se presentaron, la más importante es probablemente Elephant (2003) dirigida por Gus Van Sant en la cual se relata la tragedia de Columbine, donde dos niños entraron armados a un colegio y dieron muerte a más de 10 personas. El tratamiento audiovisual que trabajó esta película fue la de un constante seguimiento a los personajes, los cuales iban armando el relato completo a través de sus diversos recorridos por el espacio donde ocurrió el incidente. Esa fue la piedra angular a la hora de crear la estructura de Falta Manuel, pues sería nuestro personaje principal, que a través de su caótico recorrido por este Santiago en llamas, nos contaría su historia y su propio final.
Además, tuve la oportunidad de dirigir el corto documental “La Brigada” en el que pude apreciar in-situ los brutales enfrentamientos entre la fuerza pública y la ciudadanía. Por eso, la escena en que los policías golpean a Manuel, que si bien es ficcionada, tiene su origen e inspiración en las múltiples detenciones que presenciamos durante meses, caracterizadas por una violencia desproporcionada contra los manifestantes. Esas imágenes marcaron para siempre el colectivo de tantos de nosotros, y no solo en el equipo detrás de Falta Manuel, sino que toda una generación.
¿Cómo fue la colaboración entre el director y la directora de fotografía en el proceso creativo de la película?
En consideración de que la Directora de fotografía, además es la principal guionista, fue fácil definir el desglose de planos y cómo queríamos que la película se viera. Al mismo tiempo, Paola me permitió alterar el orden cronológico de la historia, para poder contarla de un modo distinto y no tradicional, en que pudimos jugar no solo con el tiempo, sino que también con el espacio y la dimensión.
Y así, como naturalmente se da en estas dinámicas, el guion base lo fuimos reescribiendo entre los dos a medida que íbamos definiendo el montaje y desarrollando la puesta en escena.
¿Qué desafíos enfrentaron durante la producción y cómo los superaron?
Fue un trabajo de más de un año para preparar todo, con el tiempo se fue tornando difícil a medida que el Covid-19 llegó a nuestro país, todos los procesos y gestiones se complicaron. Es por ello que tuvimos que aplazar en múltiples instancias la realización, pues la situación país era muy delicada; y con esos cambios, también las disponibilidades del equipo se vieron muy afectadas. Sin embargo, a pesar de todos los obstáculos, junto al productor que nos acompañó en la pre-producción, Eduardo Riffo (también alumno de la Escuela de Cine de Chile), pudimos generar instancias de trabajo en equipo, donde todos aportaron en el proceso logístico y creativo. Incluso, pudimos acercarnos a la familia Muga para tener su testimonio directo, lo que nos hizo entrar en detalles aún más escalofriantes de todo lo que significó el caso Kayser, no solo para ellos, si no que también para las otras familias de los fallecidos.
¿Hay algún momento o escena en particular que haya sido particularmente difícil de filmar?
Ciertamente, las escenas más complejas de filmar son las que involucran violencia física y/o emocional. En el caso de Falta Manuel, destaco la escena en que la turba bota a Manuel y cae la torta, para posteriormente ser golpeado despiadadamente por la policía. Además de la dificultad propia de la escena, se agrega que fue grabada en la vía pública, con mucha gente observando y con la necesidad de tomar el ángulo perfecto para falsear el golpe de la luma. Adicionalmente, la calurosa jornada de enero (2022) derretía la crema de las tortas, debiendo ser repuestas y reparadas constantemente por el equipo de arte.
La segunda escena que considero fue de las más difíciles es el incendio. Primero porque jamás habíamos tenido que grabar una catástrofe y no podíamos usar fuego real, por lo que fue necesario realizar tres pruebas de cámara e iluminación que nos permitieran generar la idea del incendio tal como lo queríamos. Pasamos por dos jornadas de proyecciones de fuego a poca profundidad de campo, para finalmente terminar en distintas fuentes de iluminación en las que el efecto dimmer se realizó manualmente en cada una de ellas.
Por otra parte, existía una dificultad emocional de la escena en sí misma, donde mostramos a agentes policiales torturando personas y los últimos minutos de vida de Manuel. El actor Igor Cantillana quien fue exiliado de nuestro país durante la dictadura militar, manifestó durante la preparación de la escena y ensayos, que no era fácil para él este tipo de escenas por vivencias personales de aquellos años. Por lo que al momento de grabar, el equipo completo hizo su trabajo de la forma más respetuosa posible.
¿Qué esperan que el público se lleve después de ver “Falta Manuel”?
Creemos que el objetivo final de Falta Manuel es recordarnos que como sociedad tenemos una deuda pendiente con la justicia, con los derechos humanos y con la familia de Manuel, que habiendo pasado más de 3 años, aún sigue buscando respuestas a su ausencia.
¿Cómo se sienten acerca de cómo ha sido recibida la película hasta ahora y los festivales en los que ha sido seleccionada y ganadora?
Ha sido gratificante sentir que conectamos con audiencias no solo en Chile, si no que en otros rincones del mundo. El cortometraje ha tocado el corazón de más de alguna persona, y eso es más importante para nosotros que haber ganado premios.
Mientras algunas fuerzas quisieran acallar esta historia, nosotros conseguimos aportar un grano de arena para que el tema siga sobre la mesa y eso gracias a la buena recepción en distintos festivales en Latinoamérica, Europa y Estados Unidos.
¿Cuál es su próximo proyecto y qué pueden decirnos sobre él?
Actualmente estamos trabajando en el largometraje de título llamado “Playa Escondida”. Es una película de época, de temática LGBTIQ+ y que relata la historia de bailarines de ballet que en plena dictadura (1984-1985) van a desordenar la tranquilidad de un conservador pueblo costero. Si bien es un proyecto ambicioso, ya se encuentra grabado el 80% de la película que cuenta con la participación de Nicolás Zambrano, Joaquín Rodríguez, Alejandro Trejo, Silvia Novak, Emilia Noguera, Millaray Villanueva, Paula Dinamarca, Diego Gabarró y la Compañía Metropolitana de Danza.
Pueden seguir los pormenores y avances en el Instagram de la película @Playaescondidafilm
¿Tienen algún consejo para jóvenes realizadores y estudiantes de la escuela que estén empezando en el medio cinematográfico?
Creo que lo principal y que seguramente ya se ha dicho de muchas formas, es que el trabajo en equipo es fundamental ante cualquier idea. El cine es colectivo y no solo tiene que satisfacer las necesidades personales que tenemos de contar historias, sino también, es muy importante pensar en las personas que verán nuestro trabajo y en el mensaje que quedará en sus mentes luego de los créditos de una película.
Hay que soñar y creer que podemos contar cualquier historia, y que el trabajo más satisfactorio es cuando logramos sacar adelante una escena que se veía imposible, pero que gracias al trabajo en equipo, a las ideas de todos los departamentos y al ingenio, se pudo realizar.